El Equilibrio

Siendo como estando, el 2023 un año ya en pleno cambio climático; sin embargo, ha habido claras diferencias con respecto a su antecesor, el sequísimo 2022. Y es que ahora, ya no llueve nunca como antes de forma regular y durante días para que la tierra coja paulatinamente el agua que necesita y forme los preciados acuíferos. Ahora cuando llueve, más que llover jarrea. Y eso es lo que ha sucedido en las pocas veces en las que hemos tenido lluvias a lo largo de la campaña 2023, que han sido bastante torrenciales y desproporcionadas con lo que se pierde mucha agua por correntias y no da tiempo a filtrarse para rellenar las reservas hídricas de los suelos. Sin embargo y, aun así, hay que dar las gracias al cielo cuando llueve, y gracias a estas lluvias, que vinieron tarde (mediados y fines de septiembre) y de forma desproporcionada, podemos decir que hemos salvado la cosecha del 2023 de ser otra muy escasa como la del 2022.

Otra gran diferencia con respecto al año anterior, fue que a pesar de verse un ciclo más temprano que el tradicional por hacer más calor de lo normal en primavera y adelantarse la floración, sin embargo, la primera parte del verano del 2023 fue realmente mucho más fresco de lo que acostumbramos en los últimos años, volviendo a ser un verano normal para nuestra zona de entre 22-29ºC lo que ayudó a la planta a empezar de forma muy equilibrada su maduración sin pasar estrés hídrico al menos en esta primera parte del verano. Posteriormente, a partir del 15 de agosto empezaron las olas de calor que hicieron que el proceso de maduración se acelerase mucho más volviendo a fechas tempranas para la vendimia 2023 que comenzó el 17 de septiembre y terminó el 9 de octubre.